Uno de cada cinco sanitarios en España no recomienda vacunas

Uno de cada cinco sanitarios en España no recomienda vacunas

El 22% de los profesionales sanitarios españoles no está dispuesto a recomendar vacunas que forman parte del calendario vacunal como las destinadas a combatir el VPH, la Covid-19 o la combinada frente al sarampión, las paperas y la rubéola (MMR), según un estudio coordinado por Heidi Larsson, directora de la iniciativa Vaccine Confidence Project publicado el pasado mes de septiembre en la revista Vaccine X y que analiza los datos de 15 países europeos.

Esta reticencia vacunal tiene un impacto significativo en la salud pública en España, ya que es uno de los países del mundo en los que tiene más influencia la recomendación del médico en la vacunación: un 86% de la población estaba dispuesta a vacunarse del Covid-19 en junio de 2021 si su médico se lo recomendaba, según una encuesta publicada en Nature Comunications en julio de 2022. Este último trabajo, dirigido por Jeffrey Lazarus, codirector del Programa de Infecciones Virales y Bacterias Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), analizó las respuestas de 23.000 personas procedentes de 23 países para conocer la aceptación de las vacunas Covid-19. Tan solo India y China tenían mayor aceptación a la recomendación del médico sobre las vacunas. Otro artículo publicado en The New England Journal of Medine, en julio de este año, en el que también figura como autora Heidi Larson, recoge que los médicos y otros proveedores de atención médica están todavía entre las personas más fiables cuando se trata de dar consejos en salud.

Tanto Heidi Larsson como Jeffrey Lazarus participaron en la reunión de consenso sobre Reticencia Vacunal organizado este pasado mes de junio por el Instituto #SaludsinBulos e ISGlobal, en colaboración con representantes de diversas sociedades científicas, colegios profesionales, asociaciones de pacientes y del Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Ciencia.  En dicho encuentro, Larsson adelantó los datos de la encuesta, en la que se revela que el sector de la población que menos confianza tiene en las vacunas son los jóvenes menores de 24 años, con estudios secundarios o universitarios y que viven en núcleos urbanos. Y por ese motivo, una de las recomendaciones del consenso fue realizar campañas educativas sobre las vacunas entre la población joven.

En estos trabajos, los autores determinan que parte de la reticencia de la población a la inmunización se debe a la información que ofrecen los sanitarios, ya que son considerados la “fuente de información más fiable” sobre este tema. En el caso de la investigación publicada en septiembre en Vaccine X, se concluía que los profesionales sanitarios necesitan mecanismos para mejorar su confianza en las autoridades sanitarias y de vacunación, ya que esto pude afectar a la aceptación de las vacunas para sí mismos e influir en sus recomendaciones a sus pacientes.

En esta misma línea, en un webinar organizado recientemente por el Consejo General de Enfermería, se puso de relieve la caída en la vacunación de adultos en España, que sitúa al país en uno de los de menor tasa en los últimos años. Su vicepresidenta, Pilar Fernández, calificó de “imprescindible” el papel de las enfermeras en este cometido.

Falta de confianza en la ciencia

La falta de confianza en la ciencia y en la seguridad de las vacunas, así como el escepticismo sobre su eficacia siguen apareciendo como problemas relevantes en la reticencia a la vacunación, según el estudio publicado en Nature.

Otros factores asociados a las dudas sobre la reticencia a las vacunas tienen que ver con la experiencia personal en la Covid-19, como por ejemplo, la enfermedad o la pérdida de un familiar, y las características demográficas en función del género, la educación y los ingresos.

El doctor Ayman El-Mohandes, uno de los autores principales del estudio, subraya que “las recomendaciones de un médico o, en menor medida, de un empleador, pueden influir en las opiniones de los encuestados sobre la vacunación en algunos países”. Por ello, se deben tomar medidas para contrarrestar la información errónea a fin de que las personas puedan tomar decisiones sobre su salud mejor fundamentadas.

Medidas contra la infodemia

En esta misma línea, el informe ‘The Digital Pandemic’, publicado por la Coalition for Life Course Immunisation, muestra que el sentimiento antivacunas y las noticias falsas aumentaron desde el inicio de la pandemia de la Covid-19.

Así, desde 2019, las cuentas principales de redes sociales contra las vacunas han sumado más de 10 millones de nuevos seguidores. Entre esos mecanismos para luchar contra la infodemia, los investigadores plantean:

-Transmitir mejor la información sobre vacunación

– Reducir las noticias falsas a través de cambios sistémicos y culturales

– Eliminar la desinformación en las plataformas de redes sociales