La desinformación sobre las vacunas contra el COVID-19 representa una amenaza global por lo que es clave identificarla y combatirla. Un estudio que acaba de ser publicado en en Public Health Reports destaca la necesidad de monitorizar y abordar la desinformación en español sobre las vacunas contra el COVID-19, sobre todo en las comunidades hispanas/latinas, con un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad.
Los resultados de este análisis concluyen que la desinformación en español sobre vacunas es fácilmente identificable y que las redes lingüísticas no son distintas, ya que la desinformación sobre las vacunas circula con frecuencia tanto en consultas en inglés como en español. Además, varios sitios web tienen una influencia desproporcionada en la promoción de la desinformación en español, lo que sugiere la necesidad de centrarse en un pequeño número de cuentas en sitios web.
Además, los investigadores defienden que es imprescindible establecer alianzas con organizaciones comunitarias locales y líderes de confianza. El trabajo conjunto entre la salud pública y las comunidades es vital para combatir la desinformación y promover la aceptación de las vacunas en las comunidades hispanas/latinas.
Con ello, el estudio confirma la importancia de proyectos de colaboración como la Iniciativa Confianza en la Vacunación, impulsada por #SaludsinBulos y en la que han colaborado organizaciones como la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), la Asociación Española de Vacunología (AEV) y el Foro Español de Pacientes, entre otras, además de influencers sanitarios.
Estudio de colaboración
Este estudio se ha llevado a cabo en colaboración con varias organizaciones, con el objetivo de identificar la desinformación en español sobre las vacunas que circulaba en diferentes fuentes de medios, como Twitter, Facebook, noticias y blogs. Durante el período de septiembre de 2021 a marzo de 2022, identificaron 109 piezas de desinformación en español sobre las vacunas contra el COVID-19 que estaban en tendencia. Los analistas examinaron la desinformación para identificar su origen geográfico y los temas dominantes en las conversaciones. Se identificaron 10 temas principales de desinformación, que incluían afirmaciones sobre muertes atribuidas a las vacunas, efectos secundarios generales atribuidos a las vacunas, cuestionamiento de la efectividad de las vacunas y menciones de miocarditis.